Unificación de Italia y Alemania

 

Esta imagen corresponde a la batalla de Sedán, en la que los prusianos derrotan a los franceses, tomando prisionero a Napoleón III. Supondrá el final de la guerra y la proclamación del imperio alemán.

 

En el último cuarto del siglo XIX se producen las unificaciones de dos grandes estados: Italia y Alemania. Los pueblos italianos y alemanes formaban parte de distintos territorios, administrados por estados plurinacionales o formando parte de pequeñas entidades independientes, fruto del reparto y reestructuración de las fronteras que se produjo tras el desmantelamiento del imperio napoleónico en 1815.

Las distintas oleadas revolucionarias (1820-1830-1848) impulsarán el sentimiento nacionalista de estos dos pueblos, que junto con la aparición como potencias industriales de dos estados: Piamonte y Prusia, harán posible la unificación en torno al año 1870.

En los esquemas que siguen tienes una explicación de este proceso unificador:

Unidad de Italia

Unidad de Alemania

Grandes naciones e imperios

 

En esta imagen, de una película del Oeste, se describe la larga marcha de los norteamericanos hacia es oeste de su continente durante la segunda mitad del siglo XIX, arrebatando las tierras a los antiguos habitantes de estas tierras: los indios norteamericanos y reduciéndolos a las reservas. La conquista del Oeste supuso que los EE.UU. se convirtiera en la primera potencia de la zona.

Mientras tanto, en Europa, Gran Bretaña seguía al frente de la economía, desarrollando un gran imperio colonial por todo el mundo y creyéndose el garante del equilibrio en el continente. Frente a ella, Francia y los antiguos imperios austriaco y otomano, serán las potencias presentes en el viejo continente.

En el siguiente enlace, podrás descargarte un pequeño resumen de las principales novedades de estas naciones e imperios durante el periodo 1850-1914.